miércoles, abril 04, 2012

¡CONSPIRACIÓN!


Después del partido de ayer, han vuelto con más fuerza que nunca las indignadas voces que claman por esa conspiración urdida entre la UEFA y el Barça que persigue que ganemos como mínimo diez Copas de Europa consecutivas. Si miramos bien el asunto, y con la reforma laboral aprobada, yo echaba a los conspiradores a la puta calle, por inútiles.

Tiremos de memoria. En la Champions del 2005, el Barça fue eliminado en octavos de final por el Chelsea gracias a un gol de Terry tras una evidentísima falta a Valdés no pitada. Por cierto, el entrenador del Chelsea era Mouriño, el Luis del Pino de esta conspiración. Unos años más tarde, Barça y Chelsea se volvieron a encontrar en la famosa semifinal del Robo de Obrevo. Aquí la conspiración pro-culé tuvo un extraño comportamiento. Primero, en el partido de ida, se le escatimaron dos penaltis al Barça. En la vuelta, según los conspiranoicos, Obrevo habría perdonado al Barça no menos de cuatro penaltis. Reto a quien quiera a ver conmigo el partido entero: como máximo hay un penalti por mano de Eto’o (que tampoco, pues es involuntaria). El resto es una falta fuera del área de Álves, un piscinazo de Drogba y un forcejeo entre el propio Drogba y Touré. Lo curioso es que en ese partido, el ínclito Obrevo, se supone que para disimular, expulsó injustamente a Abidal (ànims Abi). El ya mítico Robo de Obrevo es como el no menos legendario Playitagainsam de Casablanca, que todo el mundo jura haber visto (u oído) pero que nunca tuvo lugar.

Otro de los hits de la conspiración es la expulsión de Van Persie en la eliminatoria del año pasado contra el Arsenal. Todo un robo si nos olvidamos del gol mal anulado a Messi y del no-penatly a Pedro (ni expulsión) del partido de ida, y del penalti a Messi no señalado en la vuelta.

Como se ve, esta conspiración es muy cutre (yo, como beneficiario de la misma, estoy indignadísimo). De qué nos sirve conspirar si en la eliminatoria contra el Inter (equipo que en esa época entrenaba el antes mencionado Luis del Pino), en la ida nos escatiman un penalti y les dan a los italianos un gol en fuera de juego, y en la vuelta, con los aspersores apagados, el árbitro anula un gol que nos daba el pase a la final por unas dudosísimas manos de Touré. Y así llegamos a la reciente eliminatoria contra el AC Milan, en que los conspiracionistas braman por los dos penaltis del Camp Nou (que eran), olvidando que el árbitro en San Siro se tragó dos penaltis clarísimos (a Alexis y a Puyol) a favor del Barcelona.

Según ya he apuntado, todo esto, según los conspiranoicos, serían maniobras de distracción y disimulo, pero a mí, lo siento, me parece una puta mierda de conspiración.

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